Enamoradas de las faldas de tul
Resulta muy complicado no caer rendidas a la feminidad de las faldas de tul. Las de Patricia Bazarot se están convirtiendo en una seña de identidad de la firma, a las muchas fans de esta prenda les dedicamos este post.
“El año pasado en SIQ presentamos el modelo de falda Carlota en rosa, gusta tanto a nuestras clientas que este año lo reeditamos en dos nuevos colores que encajan con la colección Belle Femme para 2017-2018, el verde agua y el gris”, explica la diseñadora Patricia Bazarot. Ya puedes comprarlas en nuestra shop online, ¿a qué esperas?
Carrie Bradshaw es una de las primeras mujeres que nos viene a la mente cuando pensamos en faldas de tul, la intro de Sexo en Nueva York se queda en las retinas de varias generaciones marcando estilo. Si ha llegado tu momento-falda de tul no dudes en optar por una de las de Patricia Bazarot, aunque también puedes elegir los vestidos que llevan el cuerpo incorporado (normalmente en blanco, con manga larga y cuello barco, para contrastar de forma elegante y sofisticada).
“Es una falda muy versátil para eventos especiales, que puedes llevar tanto por el día como por la noche y que permite looks con pamela, tocados, cinturones…”, asegura la diseñadora. Su largo midi y el volumen de la falda de tul hace que se luzca el cuerpo de la mujer al marcar la cintura. “Lo más habitual es ceñir más el cuerpo para que quede un conjunto muy elegante”, recomienda Patricia Bazarot.
Sus posibilidades son infinitas, puedes llevarla en ocasiones menos formales también con una camisa vaquera, una clásica camisa blanca, una biker de cuero, un top lencero, una camiseta rockera… Todo depende de cómo adaptes la falda de tul a tu estilo y a la situación en la que la vayas a lucir.
A estar tan de tendencia, se encuentran numerosas faldas de tul en tiendas low cost. Las nuestras se diferencian al instante, tanto por el número de metros del tejido (y sus consiguientes capas y volumen) como por la calidad del tul. Trabajamos con tul de seda que tiene una caída espectacular, nada que ver con el tacto áspero y el aspecto de los que encontraréis en el mercado “económico”.
También veréis la diferencia de nuestras faldas de tul en el diseño, se trata de una falda canastera, no es la habitual de estilo bailarina lisa, en el modelo Carlota notaréis esos discretos “volantes” que la hacen más especial y distinta al resto.

Falda de tul en rosa empolvado de la colección 2016
Apunte histórico
El primer tutú, germen de las faldas de tul que llevamos actualmente, se vio sobre el escenario de la Ópera de París en 1832 y lo llevaba la bailarina italiana Marie Taglioni. Fue un diseño de Eugene Lami para “La sílfide” y era una falda blanca transparente que dejaba al descubierto sus tobillos para poder disfrutar completamente del movimiento de los pies de la bailarina.
Con el paso del tiempo, y a lo largo del siglo XIX, el largo del tutú de las bailarinas se fue acortando hasta dejar completamente al descubierto las piernas y el tejido y forma de la falda también fue variando entre la gasa, muselina, tul, organdí, etc y haciéndose también otra versión más rígida y corta.